8 de marzo de 2018

Warm and cozy



Capítulos: 16 (1 hora)
Año: 2015
También conocido como: Jeju island gatsby
Sinopsis: Lee Jung Joo viaja a la isla de Jeju para encontrar a su madre, tras la muerte de su padre, su única pista es una foto, entonces se encuentra con el hijo de su supuesta madre, Baek Gun Woo y descubre que la madre de él no es la suya. Diez años más tarde, Jung Joo sueña con comprar una casita en Jeju y vivir allí, tras saber que su primo compró una casa ruinosa, Jung Joo se traslada a la isla para poner todo en orden y empezar una nueva vida allí. El destino quiere que se tope de nuevo con Gun Woo, quien dirige un restaurante llamado Warm and cozy.



Por suerte este drama, sin ser magistral, es entretenido, no como el anterior. Es lo que su mismo título indica, no pretende ser más ni menos.

Lee Jung Joo empieza el primer capítulo del drama pensando que es hija de una ricachona, para acabarlo en una casa ruinosa, sin trabajo y sin novio, uno de esos idiotas de los dramas coreanos que se casan con otra y no tienen la decencia de decírselo a la novia con la que salían. Jung Joo quería encontrar a su madre tras la muerte de su padre, pero en el camino no solo descubre que la mujer que pensaba que era su progenitora no lo es, sino que conoce a su primer amor, con el que hace una especie de promesa si llegan a volver a verse. Diez años después, Jung Joo ha cumplido a medias su parte del trato, cuando su primo compra en su nombre una casa que está hecha un asco, ella se traslada a Jeju para cantarle las cuarenta, no recuerdo muy bien porque el primo hace eso, porque se larga enseguida y no se le vuelve a ver, pero vamos es una excusa para que ella se de cuenta de que su novio se ha casado y que la despidan. Jung Joo, que es una chica muy echada para delante, decide empezar de cero en Jeju, abrir una cafetería e ir arreglando el que ahora es su "hogar", estar en Jeju es sobretodo la excusa perfecta para que se reencuentre con cierto chico al que conoció.

Baek Gun Woo vive desde hace un año en Jeju, a donde se traslado para abrir un restaurante llamado Warm and cozy, un lugar especial y que crea solo porque, una novia que tenía, se imaginaba un restaurante de lo más particular en la isla. Gun Woo abre entonces ese lugar, esperando que ella algún día se entere, se de cuenta de cuanto la quiere y vuelva con él, porque le dejó y se largó a otro país tan campante. Gun Woo a pesar de tener el restaurante, como es rico, abre cuando le apetece y hace lo que le da la gana, no se lleva con los lugareños, que piensan que es un esnob estirado, que les mira por encima del hombro, porque ni se ha molestado en intentar confraternizar con sus vecinos. Cuando Jung Joo llega a la isla, se produce un malentendido por el cual Gun Woo piensa que ella esta enferma terminal y al ver el chiquero donde pensaba vivir la pobre, firma un contrato con ella para que acabe siendo la dueña de su restaurante y viva allí. Por ciertas circunstancias, Gun Woo acaba viviendo también en el restaurante y claro, al creer enferma a Jung Joo empieza a mostrarse muy amable, intentando ayudarla, aunque a la vez también la deja tirada en otras ocasiones, en una ambivalencia que va derivando poco a poco en el amor. Jung Joo en cambio se enamora enseguida, porque él se porta bien con ella la mayoría de las veces, pero a la vez sabe que no tiene oportunidades porque Gun Woo sigue enamorado de la ex novia.

Esta chica, la ex, Mok Ji Won, es una bruja de tomo y lomo, conoció a Gun Woo más o menos al mismo tiempo que Jung Joo, pero en su caso, dejo una huella indeleble, porque a pesar de abandonarle, él todavía la quiere, no por nada monta el restaurante por ella. El patetismo del protagonista se acentúa cuando ella vuelve por sus fueros y él anda detrás suya como perrito faldero, recibiendo corte tras corte de ella, quien es una interesada que solo mira por las apariencias y el dinero, dispuesta a escoger entre sus pretendientes al que mejor situado este. Despreciando a Gun Woo y poniendo sus miras en su hermano mayor, que tiene una forma genial de dejarle claro que nunca ha estado en su radar. Aunque Gun Woo viene de familia rica, es el menor de los tres hermanos y digamos que solo cuenta con el lado de su madre, mientras que su hermano y hermana mayores han tenido el sostén de sus respectivas familias paternas, razón por la que la arpía está todo el rato dándole una de cal y otra de arena, hasta estar segura de que se llevará el pez más gordo.

El problema es que hay una nueva variable en la ecuación con la que no contaba: Jung Joo. Si Gun Woo deja plantada a la protagonista por correr tras la ex, a Ji Won le ocurre tres cuartos de lo mismo, porque en un momento tiene al chico pendiente de ella y al siguiente, este la deja colgada porque está preocupado por Jung Joo. En esos primeros capítulos, nuestro protagonista es un poco veleta y no se decide si por una o por otra, hasta que queda claro que lo que tiene este chico es un complejo de Edipo sin resolver, porque la ex-novia es igualita que la madre en sus buenos tiempos, quien se casó tres veces y tuvo un hijo con cada marido, todos con pasta por supuesto, y por eso Gun Woo andaba tras Ji Won. Entonces comprende que realmente está enamorado de Jung Joo, una chica buena pero a la vez nada tonta, luchadora y que merece la pena, Gun Woo por fin tiene las cosas perfectamente claras y se da cuenta de lo tonto que ha sido yendo detrás y esperando a una mujer que en cualquier momento le podía dejar tirado, si veía que él no le convenía lo suficiente. A partir de esa revelación a si mismo, cada vez que Ji Won intenta malmeter o crear malos entendidos él no le da oportunidad, particularmente me gusta cuando la mala pécora va con la hermana de Gun Woo y tergiversa las cosas para que esta piense mal de Jung Joo y entonces aparece él, la llama mentirosa y le revela a la hermana lo que pretende Ji Won contándole esa verdad a medias, dejándola boqueando como un pez y acorralada. Todo el drama se la pasa intentando fastidiar y que Gun Woo vuelva con ella, pero él le para los pies vez tras vez, porque será torpe demostrándole a la protagonista que la quiere, pero eso, que la quiere, es algo de lo que no duda una vez analiza sus sentimientos y jamás se vuelve a dejar enredar por la otra.

Orbitando en torno a este triángulo amoroso está el alcalde de la ciudad, que se fija en Jung Joo y se enamora como un tonto de ella, el pobre da pena, porque Jung Joo nunca le echa el ojo, le cae bien, pero para ella solo existe Gun Woo en el plano sentimental, pasándolo mal pero plantándose con el, cuando Gun Woo todavía no tiene claro a quien quiere, no aceptando que pretenda jugar con ella. El pobre alcalde se lleva chasco tras chasco, a mi me produjo mucha empatía el desgraciado porque intenta todo para ganarse a la protagonista, pero tiene la batalla perdida desde el principio.

Para completar, el hermano mayor de Gun Woo, Song Jung Geum, tiene su historia de amor con una buceadora de la isla, Kim Hae Shil, y aunque él también es algo torpe mostrando sus sentimientos, al ser ellos dos más mayores, no se andan con tantos líos y zarandajas y enseguida están juntos. La hermana de Gun Woo por otra parte, es un poco molesta, porque al contrario que sus hermanos, elige fatal a sus parejas y se dedica a meterse en las relaciones de sus hermanos, es bastante tonta la pobre, pero bueno se le perdona un poco porque, por un lado, no consigue nada y por otro, no lo hace a mal, sino pensando en el bien de sus hermanos. Aunque no me convence que, con lo simplona que es, al final se la encasqueten al pobre alcalde.

Un drama que no tiene altas ni bajas, es más bien una llanura, en general todos los personajes son agradables, menos la bicha, la pareja no es de las que te vuelven loca de amor, pero tampoco está mal. Perfecto para alternarlo con un drama más intenso.

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